Fruto del convencimiento del papel fundamental que tiene la I+D+i en el impulso de la sociedad del conocimiento y de la importancia de fomentar la sostenibilidad, la Fundación DISA creó, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), las Becas Fundación DISA de Innovación Energética, unas becas de investigación para el desarrollo de tres proyectos relacionados con la innovación energética que finalizaron en el año 2013.

Becas Fundación DISA de Innovación Energética
  1. Investigación de la producción de biogás en pequeños núcleos de población a partir de residuos orgánicos domésticos, así como lodos de depuradora y restos de actividades agrícolas y ganaderas. Los resultados muestran que con la mezcla de la fracción orgánica de residuos sólidos urbanos de restos de actividades ganaderas y lodos de depuradora se consigue un aumento de la producción de biogás.

    Por otro lado, se puso en marcha una planta piloto de producción de biogás a partir de residuos urbanos, donde se generó un elevado volumen de producto, con el que se pudo verificar la presencia de metano a través de la combustión del mismo.

    Becario: Aday Andrés Sosa.

  2. Desarrollo de nuevos reactores eficientes para el cultivo de microalgas de alto rendimiento que consumen CO2 y pueden ser empleadas en la producción de biocombustibles. Actualmente no se produce biodiésel a base de algas por el coste que implica su obtención desde la puesta en marcha del medio de cultivo hasta la extracción de aceite y obtención del biodiésel.

    La iniciativa es el diseño de nuevos fotobiorreactores de alta eficacia y bajo coste para el cultivo de microalgas, tanto para la producción de biocombustibles de segunda generación, una de las más prometedoras aplicaciones de las microalgas, como para la producción de sustancias bioactivas de alto valor añadido para la industria alimentaria o médica.

    Becario: David Rodríguez Estupiñán.

  3. Evaluación de la posibilidad de generar un tipo específico de biocombustible de segunda generación (BIO-DME) a partir de residuos de platanera tan abundantes en el Archipiélago canario.

    Las propiedades del DME sugieren que podría ser un sustituto para el diésel como combustible de transporte, con el atractivo de un comportamiento ecológico mejorado. DME quema similar al gas natural, mientras que es casi en su totalidad neutro al ambiente. Cuando se quema, no produce gases de efecto invernadero sino completamente libres de partículas y humo. Además, no causa el agotamiento de la capa de ozono o impactos negativos si se filtra.

    Becario: Douglas Escalante.